Intereses cruzados en el Estado de México

Esta semana que comienza con el lunes 29 será la última de actividades de campaña en el Estado de México, Nayarit y Coahuila. Las de Veracruz están en curso para la renovación de las 212 presidencias municipales en donde por primera vez no hay un gobernador priista.

Importa subrayar la que ocurre en territorio mexiquense por el enorme significado político, económico y electoral que supone en el concierto nacional. Los intereses de los grupos de poder político y económico cruzan necesariamente por ese estado aún gobernado por el Partido Revolucionario Institucional.

Vértice en el que coincide atención y acciones de actores ajenos a las necesidades del electorado mexiquense, pero notablemente interesados sacar la mayor tajada de votos para posicionarse rumbo a la sucesión presidencial.

Casos que ilustran el interés nacional que convoca el proceso mexiquense son los de dos panistas cuyo tronco común es la ex lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo Morales, inclinada en esta coyuntura por Delfina Gómez la candidata de Morena. Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de Veracruz y Rafael Moreno Valle, ex mandatario de Puebla.

Cada uno desde su posición o trinchera buscan influir en el ánimo electoral para hacer ganar al grupo con quien traban componendas.

El veracruzano con la filtración pertinaz de materiales que revelan una conducta ilegal de una ex morenista como Eva Cadena para alentar un imaginario sobre las bases de la corrupción del partido que tiene como candidata a la ex presidenta municipal de Texcoco, quien pelea por una nariz el primer lugar en los estudios de opinión.

En el otro frente el poblano, que ha destacado por su pragmatismo a la hora de tejer sus pactos. Moreno Valle tiene desde hace semanas a un especialista en las artes de la alquimia electoral llamado Omar Blancarte, cabeza de playa de un grupo de operadores en el ramo, ampliamente conocido en tierras poblanas por su trayectoria mapacheril.

Los trabajos de este grupo enviado a esas tierras están al servicio del PRI y Alfredo del Mazo Maza, el rival a vencer por la estirpe a la que pertenece, el partido en el que creció y el grupo que representa.

Nada está escrito. El próximo fin de semana se sabrá cuánta rentabilidad electoral se habrá conseguido con los afanes de los grupos de poder que decidieron jugarse el todo en ese proceso electoral de enorme significado para el país entero, como es el Estado de México.