Fernando Maldonado
Parabólica
2017-06-06 07:03:45
En medio de la polvadera política levantada por la desconfianza mutua en el sistema de partidos y acusaciones en todas direcciones por el uso excesivo de dinero para candidatos y campañas electorales en el Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz la nota que ofrece luz en el sombrío panorama político fue la aprobación en Jalisco de la iniciativa de ley conocida como #SinVotoNoHayDinero.
La noticia ofrece luces porque se trata de una iniciativa ciudadana encabezada por un joven legislador, Pedro Kumamoto, quien apenas araña los 30 años de edad y que en su corta carrera en el escenario público ha demostrado que no es indispensable la tutela partidaria para hacer política, en el sentido más legítimo del término.
Es diputado al Congreso de Jalisco con el voto de la gente y desde su curul ha encabezado una ofensiva en contra del sistema de partidos en general, que sistemáticamente desvirtúa el ejercicio de representación ciudadana y que privilegia intereses individuales, por sobre el consenso general y que en forma paradójica, recibe dinero público a manos llenas.
Por sobre el encarecimiento del voto en el país, consecuencia de múltiples factores, Kumamoto consiguió ganar la diputación con una cantidad de dinero que resultaría irrisoria a los ojos de la ortodoxia política partidista y la onerosa carga burocrática de los organizadores de nuestras elecciones, pomposamente llamada árbitro electoral: 18 mil pesos.
Racionalizar el gasto público
El diputado independiente que podría ser el primer político de la generación de Facebook en alcanzar un rango de esa dimensión y una notoriedad nacional en México decidió radicar su fuerza y legitimidad a través de un discurso antisistémico.
“Yo pertenezco a una generación que lleva años luchando contra la corrupción y para acabar con quienes le han dado origen, que en el caso de nuestro país se llama el PRI”, dijo no hace mucho en la tribuna del Congreso de Jalisco, lo que de inmediato produjo escozor, enojo y hasta descalificaciones en el Legislativo.
Cuando la fiebre electoral por el proceso del 4 de junio haya pasado, la sociedad deberá ponderar esta iniciativa aprobada en Jalisco que reduce el monto del financiamiento público de manera sustantiva en periodos electorales y en receso, como una forma de racionalizar el gasto público.
#SinVotoNoHayDinero es un buen comienzo para que desde instancias legislativas desprendan de los procesos políticos como la elección de autoridades, el uso excesivo de dinero que ha convertido al voto mexicano en el instrumento deliberativo más caro en América Latina.
Negarlo en congresos locales y en San Lázaro significaría continuar socavando la paupérrima confianza que la sociedad tiene del sistema de partidos, las autoridades electorales y de quienes resultan electos de ese sistema comicial, en detrimento de nuestra democracia, el instrumento más legítimo que se tiene en México para la construcción del consenso sobre nuestro futuro.
“Si se pudo aquí en Jalisco seguro se va a poder en muchos lados”, publicó Kumamoto a través de un mensaje grabado y luego reproducido en Twitter y Facebook.