Quítese de aquí mi padre que estoy más bravo que un león

Parodiando al hijo desobediente, diríamos que Arturo Zamora (a) “Tribilín” y Enrique Ochoa Reza (a) “Clavillazo” son, como dos mancebos que desde la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional han echado mano a sus fierros “como queriendo pelear”.

Han retado públicamente a más de un centenar de priistas opositores al viejo esquema de partido, destacadamente a la diputada federal con licencia, exgobernadora de Yucatán y precandidata presidencial, Ivonne Ortega Pacheco.

Con la elegancia de una dama, la señora Ortega espetó: “no me van a callar; nuestro interés es que el tricolor siga siendo competitivo”.

Desde su punto de vista, “al interior del PRI existen grupos de opinión coincidentes en abrir a la base militante y a la ciudadanía los procesos de selección de candidatos y de dirigentes.

“El interés de los integrantes que nos reunimos y discutimos respecto de la pérdida de competitividad del Revolucionario Institucional es, precisamente, averiguar de qué forma nuestro partido puede recuperarla de cara a 2018 y a los comicios que vengan”. 

El Tribilín Zamora y el Clavillazo Ochoa no podrán callar a la disidente Ortega Pacheco, ni a los integrantes de la Alianza Generacional que como usted sabe, tiene como elementos a José Ramón Martell y a José Encarnación Alfaro, así como a quienes han ocupado un cargo partidista de 1973 a la fecha.

¿Nombres? este y otros espacios no alcanzarían para enumerarlos: Manlio Fabio Beltrones, Francisco Rojas, César Augusto Santiago o Ulises Ruiz como cabezas visibles de la Alianza en cuestión.

¿Qué se propone el grupo anterior?

El mensaje es claro: evitar que el canciller Luis Videgaray sea aspirante presidencial.

Los neopriistas encabezados por el Clavillazo Ochoa, que por cierto nunca tuvo un cargo directivo y mucho menos de elección popular, pretenden poner fin, en la XXII Asamblea Nacional al requisito de 10 años mínimo de militancia para ser candidato presidencial.

“No me van a callar, no me van a detener, así le inviertan un montón de dinero”, arremetió la aspirante a la designación tricolor y a la silla presidencial tras ataques masivos en redes sociales en su contra, mejor conocidos como bots.

Recientemente, el titular de la CNOP, Tribilín Zamora descalificó a la disidencia, a quien identificó como priistas “de café” y “frustrados”.

Ivonne Ortega se preguntó si eso es una posición del Sector Popular o simple postura del cuestionado dirigente.“Yo no soy ninguna frustrada, ni tampoco una priista ‘de café’”.

En posición retadora reprochó: “si esa es la posición de la dirigencia nacional, yo valoraría mi permanencia en el Revolucionario Institucional”.

Palabras viscerales, de frustración: Zamora

La exgobernadora de Yucatán también criticó al presidente Enrique Peña Nieto por el alza a las gasolinas.

“Hemos levantado la voz (porque) queremos que se abran los procesos de consulta abierta a los ciudadanos y a los militantes, tanto en la candidatura a la presidencia como a los otros cargos, y si pueden los ciudadanos decidir quién quieren que sea su aspirante, esos nos acompañarán en el gobierno. Estamos en el momento adecuado”.

Arturo Zamora asegura que lo mencionado por los disidentes no son más que “palabras dichas desde lo visceral: son políticos de café que se reunieron a criticar y a dañar a nuestro partido. No representan al priismo nacional. Sus mensajes están expresados desde la frustración”.

Como dijera la canción: Un domingo estando herrando se encontraron dos mancebos metiendo mano a sus fierros, como queriendo pelear…