El PRI, llora que llora como la zarzamora

Lola Flores, “La Faraona”, daba la entonación precisa “¿Qué tiene la zarzamora que a todas horas llora que llora por los rincones…?”

Toda proporción guardada, el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, el candidato a gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, y el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, representante tricolor ante el Instituto Nacional Electoral, andan con el desamor de la cantante española.

Uno y otro impugnaron el dictamen del INE, relacionado con un presunto rebase de topes de gastos de campaña en los comicios del 4 de junio; andan diciendo que la autoridad electoral “aplicó las reglas equivocadas”, que en el tema de fiscalización no se cumplieron los plazos establecidos en la ley, que no se garantizó el derecho de audiencia que les corresponde conforme a ésta y que tampoco se ejecutó el principio de certeza.

Una encuesta de Grupo Reforma, realizada del 20 al 24 de julio (con margen de error de +/- 4 por ciento) refiere que 65 por ciento de los votantes (6 de cada 10) cree que hubo fraude en la votación de gobernador, mientras que 57 por ciento está a favor de que se anulen los comicios.

Al preguntar Reforma por quién votaría si hubieran comicios extraordinarios, 47 por ciento dijo que iría por el PAN y 36 por ciento por el PRI.

A decir del dirigente tricolor, “muchas son las fallas del INE en el proceso de fiscalización: falta de certeza, objetividad, e imparcialidad…

(El Consejo General del INE considera que el candidato del PRI superó 7.9 por ciento el tope de gastos de campaña); para la presidenta del Instituto Electoral de Coahuila (IEC), Gabriela de León, eso del fraude electoral “quedó superado”.

Tal como gritara José Ángel “Mantequilla” Nápoles, boxeador cubano naturalizado mexicano tras ganar el campeonato mundial de peso wélter y recibir el cetro, el priista Riquelme pregonaba: “mío, mío…”

Hoy guarda silencio.

Uno se pregunta ¿Qué tiene la zarzamora que a todas horas llora que llora por los rincones…?