Moreno Valle y su naufragio

Entre el secretario de Hacienda, José Antonio Meade y el ex gobernador Rafael Moreno Valle como aspirantes a dirigir el país, hay una diferencia de 17 puntos porcentuales. El primero, con 19 puntos está considerado como el más capaz para dirigir al país y el segundo como el de menor capacidad, con dos por ciento.

Entre el mejor rankeado y el último están Andrés Manuel López Obrador de Morena; Margarita Zavala, ex panista; José Narro, secretario de Salud; Ricardo Anaya, dirigente del PAN; Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México; Aurelio Nuño, secretario de Educación;  Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León; y Miguel Ángel Osorio, titular de Gobernación.

Son los datos que revela la encuesta de Consulta Mitofsky, realizada entre el 19 de septiembre y el 1 de octubre en un segmento habitualmente selecto, que toma decisiones: líderes escogidos por la revista del mismo nombre que cada año escoge a 300 de ellos.

Y resulta paradójico que para un gobernador que vendió como un logro unipersonal durante su gestión gubernamental la transformación de Puebla no haya sido aprobado por ese selecto universo de encuerados rubros como la generación de empleos, crecimiento económico o disminución de la pobreza.

Tampoco fue satisfactoria la política de combate a la corrupción o inseguridad. Y destaca una variable que dice todo de la personalidad de los perfiles sugeridos a los entrevistados por Mitofsky: integridad y honestidad.

Otra encuestadora, Buendía & Laredo hizo público otro estudio de opinión en el que el nombre del ex gobernador refrenda su condición deficitaria como probable abanderado del Frente Ciudadano por México. Según esta muestra resulta el menos competitivo frente a Andrés Manuel López Obrador, con 19 por ciento contra 27 del tabasqueño y es superado hasta por el desgastado Miguel Ángel Osorio, del PRI.

La imagen que como aspirante a candidato presidencial quiso vender este personaje se cae conforme avanza la fecha de la definición de esa agrupación partidista y se asocia con un es escenario igualmente adverso en el ámbito local.

Las revelaciones de audios de conversaciones en las que habría pactado por debajo de la mesa con priistas como Javier López Zavala, ex abanderado del PRI en 2010 y con Enrique Doger Guerrero, delegado del IMSS, como lo reveló el periodista Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros coloca a Moreno Valle en una condición poco favorable.

Y refrenda una condición que priva en un segmento amplio de la opinión pública que ubica al aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Acción Nacional como un sujeto con una conducta por lo menos laxa en términos de integridad, honestidad y sensibilidad social.

Las debilidades de quien encabeza el proyecto presidencial del grupo panista en Puebla lo convierten en un impresentable actor de la vida pública nacional que hace grandes esfuerzos por continuar en el juego del poder presidencial. Decir que no es así es faltar a la verdad y carecer de seriedad absoluta.