Fernando Maldonado
Parabólica
2017-11-06 08:23:55
Terminó el fin de semana largo tras el periodo en el que todos los mexicanos recordamos a nuestros muertos. A partir de la semana que arranca será la de los vivos y vivales metidos de tiempo completo en la disputa por una tajada de pastel electoral con 3 mil 447 cargos en juego.
Último jalón de este 2017 antes de la llegada del asueto de diciembre, que la sabiduría popular mexicana bautizó como el puente Guadalupe-Reyes, con el día de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre y termina el 6 de enero, de 2018.
Aunque el proceso electoral concurrente comenzó desde septiembre pasado, fue prácticamente borrado del mapa informativo y el imaginario por los sismos del 7 y 19 de septiembre. Estamos en medio de un periodo que presagia otro tipo de sacudidas, en el terreno de la política partidista.
Las principales fuerzas políticas definirán en este mes métodos y perfiles para escoger a los jugadores más competitivos que vayan a pelear en esos terrenos los principales cargos de elección popular: 1 Presidente de México; 300 diputados de mayoría relativa; 64 senadores por la misma vía; gobernadores en Chiapas, Ciudad de México, Puebla, Jalisco, Morelos, Tabasco, Yucatán y Veracruz.
Habrá elecciones al mismo tiempo por ayuntamientos y congresos locales en Baja California, Campeche, Chihuahua, Colima, Estado de México, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, San Luís Potosí, Sinaloa, Sonora y Zacatecas.
Será el periodo en el que con mayor fuerza se consolide la industria de las campañas electorales, los consultores y todo tipo de asesores. Mucho dinero en juego.
Más de la mitad del país estará inmerso en una guerra interna. Los distintos partidos deberán colocar a sus hombres y mujeres en el tablero de la política y el escrutinio público, con todo lo bueno y lo malo que eso significa.
Habrá reputaciones, apellidos y familias lastimadas o destruidas. De eso se trata la pelea por el poder público. Forma parte de una guerra por consolidar cotos de poder o ampliarlos, para lo cual se requiere del exterminio del otro.
La paz de los sepulcros será para los muertos terminado el puente de Todos Santos. La tarea terrenal para los vivos a partir del lunes 6 de noviembre será la de cada seis años: el exterminio del hombre por el hombre.