La nueva piel del lobo

Con el discurso de siempre a cuestas y al parecer alejado de su imagen autoritaria y belicosa, el predicador y dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, inició su tercer campaña presidencial el 14 de diciembre, acompañado de quienes integrarían su “gabinete”.

En la lista de la coalición “Juntos haremos historia”, integrada por Movimiento Regeneración Nacional, Encuentro Social (PES) y del Trabajo (PT) –llamado alguna vez el partido de “corruptos y rateros”– aparecen 8 mujeres y 8 hombres conducidos por la escritora Elena Poniatowska y el empresario Miguel Torruco.

Como en otro tiempo, el belicoso, quien fuera “un peligro para México” recurrirá a las promesas y al reparto de dinero a jóvenes y adultos mayores, como cuando encabezó el Gobierno, del entonces, Distrito Federal.

Oriundo de Tepetitlán, Macuspana, Tabasco, donde nació el 13 de noviembre de 1953, el líder nacional de Morena comenzó su vida pública como presidente del PRI estatal, partido que abandonó en 1988.

AMLO fue candidato a gobernador de Tabasco y perdió. En 1994, lo intentó nuevamente por el PRD y no obtuvo la victoria. De 1996 a 2000 fue presidente nacional del sol azteca. A partir de entonces, en 2000 asumió la jefatura capitalina.

En 2005, López Obrador –durante el sexenio de Vicente Fox Quesada–, fue desaforado y casi lo meten a la cárcel. En 2006, fue candidato presidencial y perdió frente al PAN de Felipe Calderón Hinojosa. El tabasqueño armó un plantón sobre Reforma con el cual paralizó la capital del país.

Andrés Manuel López Obrador no se rindió en 2012, sin embargo su sueño no se cumplió, cuando Enrique Peña Nieto ganó la presidencia. Luego de 6 años, en 2018, el “ex de todo” va por Morena contra José Antonio Meade, del PRI-PVEM-Panal, quien inició precampaña en el parque central de San Juan Chamula, Chiapas y contra Ricardo Anaya Cortés, abanderado del PAN-PRD.

En su “Acuerdo Político por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México” AMLO se compromete a poner fin a la violencia, inseguridad, corrupción e impunidad, así como a un gobierno austero y honesto.

En su oportunidad, Dante Delgado Rannauro, dueño del partido Movimiento Ciudadano (MC) rompió con Morena, debido a que el discurso del tabasqueño “sigue siendo el mismo”.

¿Aceptaría López Obrador su derrota y como ha dicho, se iría a La Chingada; es decir, a su rancho chiapaneco si aun con su nueva piel pierde nuevamente?