Enrique Núñez
Código Rojo
2018-02-06 14:19:04
Una de las grandes banderas del morenovallismo fue el haber logrado un crecimiento económico histórico, del cual se derivó la creación de miles de empleos.
Esa historia que muchos le compraron al ex gobernador Rafael Moreno Valle, decía que durante su gobierno se generaron miles de plazas laborales.
Con ese argumento justificó y disfrazó la deuda contraída, ya que decía que se trataba de visionarios Proyectos de Participación Social (PPS).
Cómo olvidar a los muchos lamebotas que presumían los logros de su patrón, como Pablito Rodríguez, quienes hablaban de Rafael como el gran transformador de Puebla.
La principal bandera fue la empresa armadora AUDI, la que por cierto apenas lleva generados tres mil de los cuatro mil empleos directos prometidos, y para acabarla de fregar, las empresas proveedoras que supuestamente llegarían, la mayoría se fueron a Tlaxcala.
Seguramente usted se preguntará: ¿a qué viene este recuento?
Pues resulta que durante las comparecencias en el Congreso del Estado para hablar de “Prosperidad y Empleo”, el secretario Jaime Oropeza dio un dato revelador y a la vez contundente: en sólo un año del gobierno actual, gracias a la diversificación de las inversiones estatales, detonando proyectos como La Célula, así como otros desarrollos de Infraestructura económica en Atlixco, Huejotzingo, Chignautla y Tlapanalá, además de que al concretarse el proyecto de Zonas Económicas Especiales, se generarán 6 mil 700 empleos directos, sin haber generado deuda.
Se tiene un estimado que la cantidad de empleos en los proyectos de La Célula, donde se instala la Industria Militar, así como la Zona Económica Especial, será de 19 mil, casi cuatro veces más de los generados con el proyecto económico morenovallista centrado en la empresa AUDI que en teoría generará cinco mil, y cuyas plataformas costaron 10 mil 500 millones de pesos, los cuales pagaremos los poblanos durante los próximos 30 años.
Los datos y las cifras lo dicen todo, el año pasado se concretó la instalación de empresas en Huejotzingo y Atlixco, además de que la Comisión Federal de Electricidad instaló una central en humeros, en el municipio de Chignautla, con inversión de 800 millones de pesos. En el sector alimentos, se invirtieron 116 millones de pesos en el municipio de Tlapanalá apoyando a la región como un polo de desarrollo.
Qué hubiera pasado si en lugar de encapricharse con un proyecto que beneficia a una empresa alemana, cuya política social es diferente a Volkswagen, se les hubiera dado el apoyo a empresas poblanas o mexicanas, seguramente nos habríamos ahorrado los 10,500 millones o en su defecto, estaríamos hablando de empresas nacionales y poblabas generando más empleos y sin necesidad de enfeudarnos.
Hay que decir que lo anterior no lo dice este columnista, sino la dureza u la frialdad de los números.
Son dos formas de hacer políticas públicas, con resultados diametralmente opuestos.
Lo que se ve, no se juzga.