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Refundación o muerte del PRI

Oscar Legaspi
El Ojo Político
2018-03-26 13:04:39

Hoy en día, después de los primeros 70 años seguidos en el poder desde su fundación y habiendo un intervalo de 12 años compartiendo el trono con el Partido de Acción Nacional para luego retomar el poder por un sexenio más a punto de concluir, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), se apega al dicho popular muy sabio, “no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista”.

Está más que claro que el PRI no podía ser eterno ni tampoco inmortal; las desbandadas de sus militantes hacia otros partidos políticos especialmente de izquierda, dan a notar el descontrol y falta de liderazgo al interior.

Por otro lado significa que sus huestes no están de acuerdo con la forma de actuar de sus dirigentes mas no líderes, lo que hace suponer que sus salidas más bien van en función de sus supervivencia política, toda vez que se percibe a nivel general en la población, la ira y decepción de un partido hegemónico que tuvo todo durante mientras duraron sus mandatos; pero la triste realidad los alcanzó por los excesos en hacerse ricos de la noche a la mañana sin el menoscabo de la decencia y con la complacencia del cinismo y la corrupción.

El PRI desde sus inicios fue la universidad política y pública donde se formaron todos cuantos pudieron para hacer una carrera política ya sea dentro del mismo PRI o bien para hacer carrera dentro de los gobiernos que obviamente eran emanados de este partido político.

Los dirigentes de otros partidos, incluso los aspirantes a la presidencia, excepto los del PAN; salieron de las filas del propio PRI, con los conocimientos y por qué no decirlo, con las mañas y artimañas que ahí aprendieron.

A lo largo de la historia, los partidos que nacieron y luego desaparecieron, hicieron cada uno el papel que les correspondía en su momento, ser el complemento de una “democracia” controlada.

El PRI es un partido con el control absoluto del sistema político mexicano, ya sea como partido o bien como gobierno, manejando a su complacencia e intereses el Congreso de la Unión.

En esos doce años donde el PAN gobernó (2000-2012), se dijo en su momento que la democracia había llegado por fin y que a partir de esos momentos el rumbo del país cambiaría en muchos aspectos.

La triste realidad llegó, vemos con gran decepción como el ex presidente Vicente Fox Quezada, sacó a flote su corazón priísta al defender a Enrique Peña Nieto y apoyarlo con todo en contra de Andrés Manuel López Obrador.

Así mismo le ha sucedido a Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, y hoy aparentemente la única mujer independiente y sin que el Instituto Nacional Electoral defina en forma definitiva su inclusión en las boletas de la próxima elección.

Según las encuestas realizadas antes y las que van dentro de este proceso electoral, llevan todavía como posible ganador al representante de la coalición Juntos haremos historia, Andrés Manuel López Obrador, lo que hace temblar tanto al PRI como al PAN en que un personaje fuera de sus intereses les llegue a quitar la comida de la boca.

Como ejemplo vemos personajes fuera del PRI y que aprendieron muy bien las lecciones dentro de las filas de la universidad política y pública como Dante Delgado, ex gobernador interino priísta de Veracruz, embajador de México en Italia, ex presidente del Partido Convergencia y hoy presidente del partido político Movimiento Ciudadano.

A ex gobernadores como Rafael Moreno Valle Rosas de Puebla, Diódoro Carrasco de Oaxaca, el hoy gobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunez, todos vestidos de azul actualmente.

Así como ellos, infinidad de militantes tricolores han dejado de ser priístas, con la experiencia que les permitió aprender del PRI y hoy la están poniendo en práctica en contra del mismo sistema hegemónico político.

En algunos casos se llegado a especular el fin del PRI sin llegar a ser convincentes como un golpe de Estado sin saber que la impotencia de ponerse enfrente del sistema político mexicano no es válido ni reconocido.

Otro caso es otra revolución social, a 100 años y un poco más de su estallido, permitiría poner fin al abuso de los recursos públicos de los gobernantes y al hundimiento cada vez en la miseria de millones de mexicanos oprimidos por una minoría insaciable.

Esos millones de mexicanos inmiscuidos en la miseria no representan en sí la mayoría, y los que sí la representan no hacen el intento de hacerlo por estar dentro del juego del PRI a base de concesiones y en otros casos por la represión y desaparición forzada de los que llegan a alzar la voz.

Hoy los gobiernos se han hecho de la vista gorda, ellos ya no desaparecen a sus adversarios, los entregan a supuestos grupos vinculados al crimen organizado ya sea de la droga, huachicoleros y demás a través de las policías estatales o municipales con la finalidad de lavarse las manos.

La bandera que ha usado Andrés Manuel es acabar con la corrupción y esa corrupción es representada según él, por el PRI en todos los niveles.

Es por ello que el PRI tiene mucho que perder y nada que ganar en estas elecciones, como es posible que hayan elegido a un candidato que desde su cargo como Secretario de Hacienda haya dado luz verde al alza de gasolinas.

En los últimos días se le ha visto involucrado en temas que han salido a la luz sobre el desfalco por decirlo de esa manera, de Rosario Robles por su paso en Sedesol y luego en la Sedatu y con el aval desde Hacienda cuando él era su titular.

Dentro de todo ello, especular como la gran catástrofe con el fin del PRI es meramente pura fantasía, si el PRI logra sobrevivir tendrá que refundarse con lo que le queda o bien, tendrá que cambiar de siglas.

En lo que corresponde en las marcas comerciales, las grandes empresas a nivel mundial siguen siendo las mismas, con políticas diferentes y logos actualizados.

El fin del PRI para unos es la gran oportunidad de llegar a donde les fue negado el acceso y para otros es la oportunidad de acabar con el gran dinosaurio por el hecho de serlo.

Tal vez y eso sí es una mera especulación de este autor, que el desmoronamiento es provocado desde quiénes verdaderamente manejan los hilos del poder en este país a los que conviene que el poder político cambie de manos en lugar de una revolución social donde perderían todo lo que tienen.


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