Automovilistas, a seguir pagando los platos rotos

Smog nubla visión a las autoridades ambientales. Que la CDMX sea de últimos modelos. ¿Y la lana?, ¿Y el No Circula para manifestaciones, bloqueos, fritangas e industria contaminante?

Con bombo y platillo se anunció lo que sería el innovador esquema de verificación y de restricciones a la circulación para reducir la contaminación que agobia a la Ciudad de México, pero las autoridades federales y capitalinas salieron con más de lo mismo, una norma reactiva, de bote pronto, que ataca las consecuencias y no las causas del problema y que se recarga en los ya de por sí cautivos y atribulados automovilistas.

Rafael Pacchiano, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), anunció que a partir del 1 de julio, los vehículos que circulen en los estados que integran a la Megalópolis tendrán que cumplir con estándares más estrictos, ya que la Norma Oficial Mexicana (NOM) de Emergencia contempla la disminución de entre 20 por ciento y 85 por ciento los límites máximos de emisión de contaminantes.

Será de observancia obligatoria en las seis entidades que forman parte de la Megalópolis, es decir, la Ciudad de México, el Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala.

Con ese esquema se limitará la circulación de al menos 1.8 millones de vehículos de modelos anteriores al 2006; en paralelo, permitirían el tránsito diario de automotores que pasen las pruebas.

Los autos que quedarán exentos de verificación son los híbridos y eléctricos. Aquellos que sean adquiridos durante el segundo semestre del 2016 podrán circular diariamente durante los primeros cuatro años sin necesidad de realizar la verificación semestral.

Un mundo ideal

Por supuesto que se oye muy bonito tener una ciudad con vehículos último modelo y de tecnología de punta, pero al echar un vistazo resulta que los automóviles eléctricos e híbridos cuestan más de 400 mil pesos y hasta el momento no se ha dicho nada sobre apoyos financieros ni estímulos fiscales reales, no de saliva.

Al respecto, el ex rector e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Sarukhán Kermez, llamó a los tres niveles de gobierno para que implementen programas e incentivos fiscales que permitan a los habitantes de la Megalópolis, tener acceso a coches eléctricos; pues consideró que el problema de las contingencias ambientales tiene que atenderse sacando de circulación a los cientos de vehículos que no cumplen con las normas de emisión de contaminantes.

Además, no ha quedado resuelto el tema de la recarga para los autos eléctricos, que en general tienen rangos de autonomía de menos de 100 kilómetros. Así que cuando se acaba la pila, ¿dónde se va a recargar? Además, la recarga tarda entre cuatro a 16 horas, dependiendo del voltaje y de la tecnología. ¿Tiempo para un break?

Y ello tiene un precio. Cálculos preliminares estiman que la recarga de un auto eléctrico cuesta alrededor de 700 pesos mensuales.

De acuerdo con cifras de la industria, la venta de vehículos híbridos y eléctricos va en aumento, aunque aún no tiene una proporción significativa en el parque vehicular.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la venta de esos autos fue de 1,179 unidades en 2014, y de 1,842 al cierre de 2015; un incremento del 56 por ciento. En el primer bimestre de 2016 se vendieron 255 vehículos híbridos y eléctricos.

Tan campantes

En el ámbito legal, la nueva norma puede ser etiquetada de discriminatoria, por recaer en quienes no tienen recursos para comprar un auto nuevo y de tecnología avanzada, lo que podría generar amparos en cascada, como ya ha sucedido.

Por supuesto que el poder adquisitivo está directamente relacionado con la cantidad de autos de nueva tecnología que circulan en los países.

Estados Unidos lidera la lista de los países con mayor número de vehículos eléctricos en circulación, al sumar un total de 245 mil; seguido de Holanda, con 44 mil, mientras que Noruega se ubica en la tercera posición, con 40 mil vehículos.

Las autoridades mexicanas deben ampliar su visión para que el combate a la contaminación no sólo recaiga en los automovilistas. Hay muchos focos de emisiones contaminantes, aunque lo nieguen, como las manifestaciones, ciertas industrias que visiblemente contaminan y los miles de puestos de fritangas.

Pregunta al aire: ¿La CNTE paga renta por su permanente ocupación de La Ciudadela? (Ay, ajá)