Humberto Aguilar Coronado
Opinión
2021-01-13 15:23:08
Diez meses han pasado desde que en marzo del 2020 se conoció del primer caso de contagio en nuestro país por el COVID-19. A partir de entonces, muchas declaraciones hemos escuchado del Presidente, del Sub secretario encargado de hacerle frente a la pandemia y de médicos y especialistas.
Hasta ahora, los que más credibilidad tienen son los médicos y especialistas.
Lo escribí hace meses, Hugo López-Gatell perdió cualquier credibilidad con una de sus primeras desafortunadas declaraciones: “El Presidente no es susceptible de contagio porque tiene la fuerza moral”, hasta llegar en el mes de diciembre a disfrutar de unas, seguramente merecidas vacaciones en una playa de Huatulco, pero con el desafortunado momento de que días antes había hecho una formal petición, que sonó a exigencia, de que los mexicanos nos quedáramos en casa para evitar un nuevo brote de contagios.
Al margen de que estuviera o no usando cubre bocas en la playa, lo importante no es si tenía derecho a disfrutar unos días de vacaciones, el problema estriba en que la autoridad responsable del manejo de la crisis sanitaria no predicara con el ejemplo de haberse quedado en casa.
Por lo que se refiere a las declaraciones del Presidente, baste recordar, para descalificarlo completamente como jefe de estado con visión para enfrentar la pandemia, aquella declaración de abril del 2020 donde afirmaba que “ya hemos domado a la pandemia”, o aquella de mayo en donde aseguraba que “ya hemos aplanado la curva de contagios”.
Alguien le tiene que decir que hasta el día de ayer, el número de contagios en nuestro país supera el millón y medio, al tiempo de que el número de muertos está por superar los 135 mil.
Es decir, nunca se domó la pandemia y jamás se ha frenado la curva de contagios y muertes como aseguró el Presidente.
Pero eso si, el día de hoy lanza una de sus acostumbradas declaraciones dando el banderazo de salida al Plan Nacional de Vacunación, para afirmar que para el mes de marzo, ya se tendrán vacunados a 15 millones de adultos mayores.
Ojalá así sea por el bienestar de los mexicanos. Pero cuantos contagios se pudieron haber evitado si el Presidente de la República hubiera predicado con el ejemplo y hubiera hecho un llamado a la utilización del cubre bocas como medida de prevención.
Por otra parte, no se habla nada de la posibilidad de apoyos e incentivos económicos para todos aquellos comercios y empresas que pasan por graves momentos de supervivencia económica.
Así empieza el 2021, a diez meses de haber iniciado el confinamiento.