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En corto y por derecho

Antonio Casanueva Fernández
Corchaíto
2021-08-29 14:32:27

Manuel Rodríguez "Manolete", quien un día como hoy, pero hace 74 años recibió la cornada mortal de "Islero" de Miura, ha sido uno de los toreros más importantes en la historia y más significativos en la evolución del toreo. También ha sido uno de los más vituperados.

Muchas de las criticas posteriores a su muerte tienen origen en una conferencia que dictó Domingo Ortega el 29 de marzo de 1950 en el Ateneo de Madrid.

Ortega definió «su toreo», en el que destacaba una forma particular de citar y de cargar la suerte (de frente y no en paralelismo, como lo hacía Manolete) y sostuvo que era el único toreo verdadero.

Algunos confundidos convirtieron los conceptos de Domingo Ortega en un dogma.

Por lo tanto, todo lo que fuera distinto –como el toreo de Manolete–era una ventaja o un intento de engaño.

En donde no hay duda de la verdad del toreo de Manolete es en la suerte suprema. Ni siquiera Domingo Ortega oGregorio Corrochano se hubieran atrevido a dudar de la honradez del Monstruo al tirarse a matar.

Se perfilaba con sobria elegancia, muy en corto y al pitón contrario. Ejecutaba la estocada sin enmendarse ni salirse de la suerte. Juan Posada lo describió de la siguiente forma: 

«Atraía al toro prendido en la muleta a las inmediaciones de su costado derecho, perfectamente toreado y mandado. Colocado en la rectitud del toro, como no se desviaba de su trayectoria, no tenía más remedio que adelantar la muleta para que fuera el toro el que enmendara su camino al ir tras ella.»

Pepe Luis Vázquez dijo que Manolete «hacía la suerte suprema con tanta lentitud, que a mí me parecía que la hacía a velocidad de dos kilómetros por hora».

En su "Historia verdadera de la evolución del toreo", Pepe Alameda señala un defecto en las estocadas de Manolete: "No bajaba la mano sino que la encogía, lo que generaba una situación de peligro".

Alameda afirmaba que eso le daba emoción y generaba sensación de peligro y por eso lo corneó "Islero". Alfredo David Puchades, torero de plata que acompañó a Manolete durante cinco años, dijo en una entrevista para el semanario "El Ruedo": «Con esa manera de matar tenía que pasarle algo malo.»

El cronista Ricardo García "K-Hito" describió la estocada trágica en la tarde de Linares de hace 74 años: «Manolo se perfiló a poca distancia del miura. Lio la muleta, arrastró el pie izquierdo y centímetro por centímetros fue clavando el acero en el morrillo del toro. Duró aquello demasiado.

Se le vieron marcar todos los tiempos de la suerte suprema. Ni entró a matar con el morlaco pegado a toriles, ni la res se le vino encima de modo que él no pudiera evitarlo. Nada de eso. El toro tuvo tiempo de prenderlo por el mulso derecho.

Lo elevó un palmo del suelo y Manolete, girando sobre el pitón, cayó de cabeza. Cogida sin aparato. Quedó el espada entre las patas delanteras del miura, que optó por seguir a un capote».

Entrar a matar es un acto de valor. Manolete lo hacía en corto y por derecho, sin aliviarse, dándole las ventajas al toro. Al plegar la mano izquierda, acrecentaba la emoción y aumentaba el peligro.

La fiesta de los toros ha influido en el lenguaje y en las actitudes de españoles y mexicanos.

Por eso «en corto y por derecho», pensando en lo cerca que hay que situarse en el cite y sin salirse de la suerte como lo hacía Manolete, ha quedado como sinónimo de hacer algo con prontitud y firme decisión.


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