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Incongruencia en la verificación ambiental

Juan Borbón
Gasolineras precursoras de Ozono, ¿quién los protege?
2016-06-27 09:15:46

México es considerado uno de los 10 países más contaminados del mundo desde que en 1992 la OMS emitió un informe de la situación del país destacando que el DF era una de las grandes ciudades más contaminadas del mundo.

Ciudades que antes eran consideradas pequeñas son ahora igual de grandes que sus hermanas mayores hace algunos años.

 La mancha urbana ha crecido al grado de que las poblaciones se aglomeran en este territorio que llamamos Megalópolis, y se convierte en una ciudad de ciudades. Así también sucede en la mayoría de los estados del país.

Estos estados que se encuentran dentro y forman parte de esta Megalópolis, comparten el mismo aire y por lo tanto, también la responsabilidad conjunta de propiciar a sus habitantes un entorno limpio y saludable para vivir.

Atacar el problema de la contaminación debe hacerse de manera directa y con un enfoque hacia el futuro. Esto se logrará en el momento en el que la autoridad instale disposiciones y mecanismos de control estrictos que permitan revisar las fuentes de contaminación, como hasta ahora lo han hecho con los vehículos.

Homologación general, no sólo la verificación vehicular

Si la verificación vehicular ya está homologada en varios estados, entonces tendría sentido que también se homologaran los esfuerzos para que las fuentes fijas, como las estaciones de servicio entre otras, cuenten con los aditamentos necesarios para que su actividad no represente un peligro para los despachadores, los clientes, la gente que acude a sus tiendas de conveniencia, y para la población en general.

Sobretodo viendo la proporción con la que contaminan. No se puede apretar solo de un lado sin esperar que el otro lado quede flojo o suelto.

El costo humano y de tratamiento hospitalario para los afectados sobrepasa por mucho el que las gasolineras inviertan en contar con equipos y sistemas, que estos realmente funcionen, y que estos puedan ser evaluados por la autoridad de la misma forma en que se hace con los automóviles para garantizar que los tengan funcionando y en buenas condiciones, a la vez que estos queden plasmados de tal forma que no se vean afectados a cada cambio de gobierno.

En la CDMX la mayoría de las gasolineras tienen instalados sistemas de recuperación de vapores, pero muchos los tienen apagados y/o sin servir, debido a que fueron descontinuados por sus fabricantes en la búsqueda de tecnologías más eficientes, lo que los hace obsoletos.

Además, no hay manera de verificarlas y controlarlas, ya que no existe una norma.

En los estados, se buscaron hacer programas para mejorar la calidad del aire (ProAire) con el objetivo de revertir las tendencias de deterioro, e incluyen medidas para el control y abatimiento de las emisiones de contaminantes, con fechas límite para alcanzarlas.

Pocos o nulos resultados los programas ProAire

Las zonas en las que se ha desarrollado un ProAire son: Valle de México, Monterrey, Guadalajara, Valle de Toluca, Tijuana-Rosarito, Mexicali, Ciudad Juárez, Salamanca, Valle de Puebla y Michoacán.

Sin embargo, los planes y las implementaciones no se han logrado por falta de voluntad de los sectores involucrados y ahora debido a que la Reforma Energética le ha quitado las facultades a los estados y esta facultad la ostenta la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).

 Es necesario un reglamento para implementar estas medidas que al día de hoy no se tienen.

Además, la realidad para que los resultados puedan ser visibles es necesario que los estándares sean cada vez más rigurosos, para no caer en el ejercicio inútil de perder aquello que ya se había logrado, bajando las exigencias que se llegaron a tener en años anteriores.

El conjunto de esfuerzos por parte de la autoridad, el sector privado, y los ciudadanos es lo que realmente ha demostrado dar resultados.

Que no nos asuste endurecer las medidas si es para mejorar la salud colectiva y en pro del medio ambiente.

Finalmente, es nuestro deber como ciudadanos ser responsables de no enfermar a los demás con nuestras actividades y presionar al gobierno para que actúe contra quienes lo hacen.


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