Antonio Casanueva Fernández
Corchaíto
2022-05-29 15:07:04
Dos regiomontanos protagonizaron las noticias taurinas del viernes 27 de mayo. Eloy Cavazos refrendó que es torero de puerta grande, cincuenta años después de las dos orejas que le cortó a un toro de nombre Azulejo de la ganadería de doña Emilia Pérez. Mientras que Samuel García realizó un bochornoso acto de populismo político al intentar vetar la ley que declara a la tauromaquia y a las peleas de gallos como patrimonio cultural de Nuevo León.
Mientras escuchaba las palabras del maestro Eloy Cavazos en el ruedo de la plaza de las Ventas, en el emotivo homenaje que le realizó la Comunidad de Madrid, me acordé del libro “Humildad y Liderazgo” que escribió el Dr. Carlos Llano, fundador del IPADE y de la Universidad Panamericana.
Carlos Llano decía que, en primera instancia, un líder humilde nos recuerda a un cuadrado redondo y se preguntaba: si un líder es superior, ¿cómo es que puede ser humilde? Explicaba entonces que la humildad “es la verdad, pero aplicada al conocimiento de lo que somos; no nos deja creer jamás que hemos llegado a la cumbre en ningún sentido, ni cegarnos hasta el punto de no ver lo mucho que nos queda por adelantar y la ventaja que otros nos llevan.” (Humildad y Liderazgo, Editorial Ruz, México, 2004, p. XIV).
El Dr. Llano agrega que la humildad no es apocamiento, sino estímulo de superación. Sólo si sabemos que somos menos, intentaremos ir a más. No me cabe duda que Eloy Cavazos es un testimonio de la virtud sobre la que teorizó Carlos Llano.
Eloy es un ejemplo de perseverancia y superación. Siempre salía a triunfar. Cuando lo criticaban, se arrimaba más. En su discurso en Madrid, como en su toreo, no hubo falsa vanagloria. Eloy es auténtico, transparente y simpático. Siempre se rodeó de gente que fuera un complemento y que lo hiciera llegar más lejos. No sólo se dejó guiar por Rafael Baez, quizá el mejor apoderado que haya tenido uno torero mexicano, sino que se acompañó de su hermano Vito Cavazos, uno de los mejores subalternos de su época. Eloy tenía siempre una cuadrilla profesional integrada por aquellos toreros que le permitían lucir, ir a más y salir a hombros en todas las plazas donde se presentaba.
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Hoy es su hijo Eloy, ingeniero formado en el Tec de Monterrey, quien lo acompaña y se asegura que eventos como el realizado en Madrid se lleven a cabo con el cuidado de los detalles propios de la gran figura que es su padre. Sus amigos manejan las redes sociales de “Eloy Cavazos Torero de Puerta Grande”, donde se mantiene viva la imagen del matador regiomontano y permite que las nuevas generaciones conozcan al torero mexicano más popular de los años 70s, 80s, 90s, y el último que ha abierto la puerta gran de Madrid. Eloy Cavazos realiza actos simbólicos que inspiran a las nuevas generaciones a querer emular sus hazañas. Su carisma y arrastre es de tal magnitud, que aseguraría que aún sería capaz de llenar la plaza Monumental de Monterrey.
Samuel García, en cambio, ha demostrado ser un político falso, un auténtico mamarracho cuya máxima virtud es haberse casado con una dinámica, carismática y guapa influencer. El gobernador de Nuevo León declaró: “Mi primer veto, me va a doler muchísimo, pero me duele más el dolor y la crueldad animal”. Más adelante dijo que tenía el proyecto de elaborar una nueva constitución “que respete el derecho de los seres sintientes, y pues no puedo ser incongruente con lo que creemos”. En forma inmediata, para ilustrar esa incongruencia de la que se vanagloria, las redes sociales se inundaron de fotos de Samuel y de la influencer Mariana sonrientes en eventos de pesca deportiva.
Es claro que, buscando popularidad o, quizá, para esconder sus errores políticos, Samuel se deja manipular por grupos abolicionistas sin recapacitar que está atentando contra los valores tradicionales de la sociedad regiomontana. Cuando el gobernador de Nuevo León habla de “seres sintientes” no se da cuenta que está apoyando una ideología que quiere eliminar la dignidad humana, que quebranta los valores judeocristianos, que va en contra de la ecología y que niega la ética de los principales filósofos occidentales como Aristóteles, Santo Tomas de Aquino, Descartes y Kant.
Creo que si en algún momento reinara la utopía animalista basada en las ideas de Peter Singer y todos los humanos se volvieran veganos, sería Monterrey el último rincón de los omnívoros. No me imagino a mis amigos regios abandonando la arrachera, los turcos, el cabrito, los machitos y demás delicatessen propias de la dieta de Nuevo León.
El arrogante cree que lo sabe todo, deja de escuchar y se vuelve presa de la manipulación. El líder humilde, en cambio, está siempre aprendiendo, evolucionando porque, se sabe rodear de quienes lo ayudan a llegar más lejos.
Samuel: Estás iniciando una prometedora carrera política. No te dejes manipular por grupos contrarios a los intereses de Nuevo León y a los valores de la sociedad regiomontana. Tienes en Eloy Cavazos el espejo donde mirarte. El maestro Eloy es un hombre al que 50 años después de su triunfo en la plaza de las Ventas le siguen haciendo homenajes tanto en España, como en México. Es ejemplo de disciplina, de valores familiares, de sencillez, arrastre popular, sentido del humor y carisma. Eloy Cavazos es el regiomontano más exitoso los últimos cincuenta años. Y es un triunfador en todas las dimensiones humanas: salud, espiritual, familiar, social y profesional.