Jesús Sánchez
El Rincón del Chamán
2017-02-27 07:24:43
Conste que no es nada personal, pero el zacatecano Ricardo Monreal ha gastado tanta energía política en sus “infiernitos”, que ha ido de más a menos como para ser el abanderado de Morena en la competencia por la primera gubernatura de la flamante CDMX en 2018. Parece que ya se quedó en el camino ¿O no?
Dicen los que saben y los que no lo inventan, que después de las elecciones de junio de este año, la atención de las fuerzas políticas se centrará en la competencia presidencial, pero también en la joya de la corona, o sea, el gobierno de la CDMX, y que en 2018 además de la primera gubernatura capitalina, elegirá por primera vez 16 alcaldes y su propio Congreso.
El sucesor o sucesora de Miguel Ángel Mancera comienza a perfilarse en un contexto particularmente difícil, pues además de la situación interna en la que más que voto duro hay voto blando, sin duda, el factor Trump pesará y hasta distraerá a los competidores. Y no es para menos.
Pero a nivel chilango, la verdadera competencia será entre la propuesta que haga el propio Miguel Ángel Mancera y la fórmula que abandere Andrés Manuel López Obrador. Todo lo demás es poesía.
En dicha perspectiva, el PRI y el PAN seguramente participarán pero no con mucha enjundia, pues saben que solo un milagro cambiaría la posición limitada que tienen en esta plaza. Tristemente se conforman con posiciones marginales, pero dentro del presupuesto.
Aunque la verdadera tragedia está en el PRD, pues se trata de una fuerza en vías de extinción en el Valle del Anáhuac, y en 2018 no les quedará de otra, o se suman a la candidatura que promueva Mancera o serán aniquilados por fuerzas que tienen curiosamente los mismos genes.
Ases de MAM y AMLO
Las definiciones esperadas que a muchos les quitan el sueño tiene que ver con los nombres de quienes podrían ser los abanderados para competir por la gubernatura chilanga, y hay al menos una veintena de nombres que van y vienen todos los días por obra y gracia de las filtraciones, sobre todo de los interesados.
Como nadie puede asegurar en este momento que existan candidaturas amarradas, lo que sí puede hacerse es observar a los menos “desgastados”.
Los ases bajo la manga. En bajo perfil, pero altamente competitivas para las campañas estarían Claudia Sheibaum y Patricia Mercado, por el lado de Morena y los aliancistas de Mancera.
Mientras que en el PRI crecen las expectativas de que pudiera colocarse como candidato José Narro Robles pese a los promotores de Chayito; por el PAN destaca para variar Xóchitl Gálvez y por el PRD, Alejandra Barrales, quien casi va en solitario.
El chiste tricolor de moda es que mencionan como seguro candidato a la gubernatura de la CDMX a Robles, pero no aclaran si se refieren a José o a Rosario.
Aunque en Morena una sola voz es la que decide, los tiradores no son más de tres. Monreal parece que ya se quedó en el camino; Martí Batres Guadarrama ya levantó la mano y está apuntadísimo alentado por las expectativas de que Morena podría arrasar en la CDMX. Pero Claudia Sheinbaum parece que está más cerca de los afectos políticos de López Obrador.
El equipo de Mancera, aunque afectado por la doble cachucha de algunos allegados como Miguel Torruco, tiene en primera fila a Patricia Mercado, su secretaria de gobierno; se sabe que en un escenario emergente MAM daría su respaldo a Alejandra Barrales, su excolaboradora. También están en la fila Salomón Chertorivski, quien es bien visto por su jefe y por los Chuchos.
Aunque en el PAN no se hacen muchas ilusiones, junto a Xóchitl Gálvez van Federico Döring, Mauricio Tabe y Gabriela Cuevas, quien tiene mejor imagen. Pero los dirigentes panistas están más preocupados en la onda grupera por la candidatura presidencial.
En el caso de los priistas, Rosario Robles podría entrar a la competencia por aquello de que para que la cuña apriete… etcétera. En la lista hay quien incluye a Aurelio Nuño, a quien lo han candidateado para todo y nada; así como a Adrián Rubalcava el único probado en las urnas. Pero José Narro por prestigio se los lleva a todos.
Por el PRD Barrales es la única fórmula que podría tener el apoyo de Mancera, pero quien no pierde las esperanzas de entrar es Miguel Barbosa, quien tiene además la opción de competir por la gubernatura de seis años en Puebla.
PRD, como el teflón
Este año se cumplen dos décadas de que se realizaron elecciones para el jefe de gobierno capitalino y que ganó el PRD, con lo que terminó la era del regente que era designado directamente por el presidente de la República.
En 1997, Cuauhtémoc Cárdenas le ganó a Alfredo del Mazo González y a Carlos Castillo Peraza. El PRD se puso la medalla en ese momento y la siguió presumiendo con la breve gestión de Rosario Robles; luego con Andrés Manuel López Obrador, quien le dejó encargado el changarro a Alejandro Encinas, luego se cuadraron los perredistas con Marcelo Ebrard y finalmente con Mancera.
¿Sabe usted cuántos exjefes de gobierno en CDMX siguen siendo militantes del PRD?
Acertó, ninguno.
En plena navidad de 2014, Cuauhtémoc Cárdenas decidió tomarle distancia al partido que ayudó a fundar, y renunció a este de manera irrevocable; Rosario Robles que fue dirigente perredista, hoy está más cerca del PRI; Andrés Manuel López Obrador es líder de Morena; Encinas renunció al PRD sin dejar la bancada en el Senado; Ebrard renunció al PRD en febrero de 2015 y Mancera no se ha querido afiliar.
Por eso dicen que a nivel de personalidades capitalinas, el PRD es como los sartenes de teflón, nada se le pega.