Jesús Sánchez
El Rincón del Chamán
2017-04-17 06:54:05
En las campañas políticas todo se vale, pero a veces se pasan.
Parece que los estrategas de los candidatos están convencidos de que los votantes no tienen memoria y que frente a las urnas actúan por reflejo, sin pensar.
Al menos, eso es lo que muestran las campañas en las que invariablemente todos los competidores se esmeran para ver quién promete más.
Por eso, no les importa ofrecer en cada elección que van a meter a la cárcel a las ratas de dos patas -como lo hizo Montiel-, o que van a aumentar al doble los apoyos económicos a los viejitos (que son vistos como votos potenciales).
La esencia, principalmente en el Estado de México, es el reparto de dinero. Y quien esté libre de pecado que acepte una auditoría.
¿Quién ofrece más?
El equipo de expertos de El Rincón del Chamán analizó las principales propuestas de los candidatos del PRI, Morena, PAN y PRD en el arranque de las campañas mexiquenses. Juzgue usted.
Alfredo del Mazo Maza sigue los pasos de Arturo Montiel y para acabar con las ratas de dos patas que mantienen la inseguridad como el primer problema mexiquense anunció con bombo y platillo la instalación de un millón de luminarias en toda la entidad, así como de cámaras de videovigilancia en el transporte público. Muy moderno.
Eruviel Ávila tuvo que apechugar cuando Del Mazo reconoció los elevados niveles de inseguridad en el estado: “Me lo dice toda la gente”. Por eso promete que el último transporte al que se subirán los ladrones será el que los lleve a la cárcel. Duro y con todo, dice su campaña. Vista de otro modo esta ha sido la peor calificación en la gestión del gobierno que está por irse.
Cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo, apareció la propuesta del salario rosa para amas de casa (las que no sean amas de casa, pues no) por dedicarse a cuidar a sus familias.
El tema es de lo más confuso porque no establece los criterios de esta (dádiva) ni en cuánto está calculando el sueldo de una mujer dedicada a las labores del hogar. Del Mazo tampoco dice qué parte del presupuesto estatal le dedicaría para hacer viable esa promesa. En resumen es una bomba de tiempo.
Además, el priista se cuelga de los enunciados de sus adversarios. Dice Josefina que 8 de cada 10 mexiquenses quieren un cambio, “yo también…”. Como en la perinola, todos quieren, pero nadie pone.
Anticampañas azules
Para Josefina Vázquez Mota su campaña tiene como principal atractivo la creación de 10 mil empleos mensuales y bien pagados.
Estamos hablando de que en el eventual gobierno de la panista se estarían creando 720 mil trabajos, únicamente para el Estado de México y eso refleja buenas intenciones, pero cuando dice cómo se generarán comienza el “todo depende de que…”.
La excandidata presidencial asegura que se crearán empresas exprés con importantes incentivos fiscales.
También habla de transporte gratuito para estudiantes, personas de la tercera edad y discapacitados. Asimismo promete una ayuda económica para quienes laboren en un municipio distinto donde está su residencia y, para copetearlo, promete incentivos económicos para los abuelos que se hagan cargo de sus nietos ¿Qué tal?
Mientras que en materia de inseguridad, cero tolerancia. Bien, muy bien.
La estrategia de Vázquez Mota tuvo un arranque muy criticado por el spot donde el personaje principal es un ladrón de microbuses politizado.
Pistola en mano, el asaltante acusa a los aterrorizados pasajeros de haber votado por el PRI y les advierte -justificándose- que su partido los ha abandonado.
La pieza es rematada con un vota por el PAN. ¿A quién se le ocurriría semejante pieza de antipropaganda?
AMLO mexiquense
Delfina Gómez sabe que su candidatura tiene como principal ingrediente el jalón mediático de su líder Andrés Manuel López Obrador con quien va de la mano. A la limón como dicen. Es como una extensión del tabasqueño y por eso, se le podrá ver en 50 actos políticos de la exalcaldesa y maestra.
De igual manera, su campaña está enfocada a criticar a sus adversarios de entregar despensas con frijol con gorgojo, reparto de tarjetas, pollos, patos, chivos, marranos, cerdos, puercos, cochinos (le faltaron los cuches y los chanchos), que recomienda aceptar “pero a la hora de la hora, tomen su voto”.
La maestra asegura que va a terminar con la corrupción y la injusticia. (Mmmhhh entre paréntesis porque no dice cómo). Eso sí, advierte que debe verse la parte humana de la inseguridad ¿La de la víctima o del delincuente? Y como anda en campaña, además de señalar a Ecatepec como municipio con mayor violencia también menciona a Nezahualcóyotl, donde fue alcalde el perredista Juan Zepeda. Se llama fuego amigo.
Eso sí, anticipa que el combate a la inseguridad se hará con la creación de más empleos, aunque hará falta una alianza con los empresarios.
Pero doña Delfina se despacha con la cuchara grande y promete becas para todos los estudiantes de prepa, aunque eso consumiría casi todo el presupuesto de la entidad, qué más da. Entonces, cuando triunfe Morena aumentarán las pensiones para los viejitos al doble.
Pero no hay “pero” que valga. Delfina asegura que antes, tendrán que sacar al PRI del gobierno, si no, no.
Fiesta de promesas
En la fiesta de las promesas, el perredista Juan Zepeda también está echando la casa por la ventana, pues además de prometerle a los mexiquenses que les devolverá la paz por aquello de la inseguridad, tiene un plan para cambiarle la vida a sus paisanos.
Los mexiquenses ya se vieron. Zepeda ha prometido construir dos nuevas líneas del Metro, que correrán de Chalco a La Paz y de Ecatepec a Indios Verdes. También ampliarán las rutas del Mexibus.
Pero eso no es todo, además de las becas para estudiantes, Zepeda propone igualar el salario entre hombres y mujeres (equidad de género) y creará el programa de “niñera familiar” que pagará los servicios de quien se dedique a cuidar a los niños para no enviarlos a guarderías.
En tanto, la cereza del pastel es la propuesta de otorgarles a las mujeres de la burocracia mexiquense un día de sueldo para que se dediquen a ellas mismas. Perfecto.
En síntesis, la politóloga Melita Peláez cree que todos los candidatos deberían crear un gobierno plural en el que cumplan lo prometido, sería un mundo nuevo.
La realidad es que esto queda en un concurso de ver quién promete más.