De acuerdo al Censo de Población y Vivienda, los habitantes del estado de Morelos que declararon profesar alguna religión no católica se distribuyó mayoritariamente entre protestantes y evangélicos, particularmente en dos categorías: los evangélicos y los pentecostales y neopentecostales.
En Morelos, 78 por ciento de la población profesa el catolicismo, de acuerdo con datos emitidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los municipios más devotos fueron encabezados por Zacualpan de Amilpas (90.3 por ciento), seguido de Ocuituco (89 por ciento), Totolapan (88.6 por ciento), Tetecala (87.8 por ciento), Tlalnepantla (87.6), Coatlán del Río y Yecapixtla (87.1) por mencionar los principales.
De igual manera, se identificó otro grupo con los porcentajes más bajos de catolicismo: Tlaquiltenango (67.6 por ciento), Temixco (71.8 por ciento), Tlaltizapán (74.7 por ciento), Mazatepec (74.8 por ciento), Yautepec (75 por ciento), Tepalcingo (75.5 por ciento) y Jojutla (76 por ciento).
Según cifras del Censo de Población y Vivienda, los habitantes del estado, que declararon profesar alguna religión no católica se distribuyó mayoritariamente entre protestantes y evangélicos, particularmente en dos categorías: los evangélicos y los pentecostales y neopentecostales.
En tanto, en la categoría de las bíblicas no evangélicas destacan en primer lugar los Testigos de Jehová y en segundo los adventistas del Séptimo día. No obstante, es relevante señalar que su distribución es variable a lo largo de los municipios del estado, al alcanzar proporciones importantes en algunas localidades.
El engaño de la fe
Asimismo, quienes lo han vivido, saben que algunas de las asociaciones y sectas religiosas establecidas en Morelos aprovechan las preocupaciones de la población para lucrar a través de cultos y de la supuesta palabra de Dios.
Sin embargo, a pesar de que existe una Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público en la cual se debe basar su regulación y las sanciones, en Morelos, la Dirección General de Asuntos Religiosos solo funge como un “amigable conciliador” y no puede tomar parte en sus asuntos o conflictos, explica la titular del organismo, Diana Aura Recio Téllez.
“Tampoco nos podemos meter con ellos, pero sí actuamos como ‘amigable conciliador’ (…); cuando hay un problema al interior de la AR (Asociación Religiosa), nosotros somos mediadores. Al igual que una Iglesia no puede intervenir con el Poder Ejecutivo, nosotros tampoco podemos intervenir por la separación Iglesia-Estado”, señala la funcionaria.
El artículo 2 del título primero de dicha ley hace referencia a las garantías que ofrece el Estado mexicano en materia de religión:
“d) No ser obligado a prestar servicios personales ni a contribuir con dinero o en especie al sostenimiento de una asociación, Iglesia o cualquier otra agrupación religiosa, ni a participar o contribuir de la misma manera en ritos, ceremonias, festividades, servicios o actos de culto religioso”.
Sin embargo, la norma no especifica ni define las formas de “obligar” a sus fieles a aportar una “cuota” o diezmo fijo. Tampoco establece en qué situaciones estará en peligro la integridad social, personal y económica de aquellos que no pueden abandonar sus círculos.
La autoridad es omisa
Para el abogado penalista, Enrique Paredes Sotelo, la Secretaría de Gobernación (Segob) y su delegación en Morelos son responsables del engaño que sufre la gente que acude a ese tipo de cultos. Refiere que aunque en el país las asociaciones están asesoradas por dicho órgano, tienen la obligación de monitorear que las distintas sectas no engañen a los creyentes.
“El que es corresponsable directo del engaño que sufre la gente al acudir a ese tipo de cultos es por supuesto el gobierno federal, que es el que está permitiendo ese tipo de prácticas. El gobierno es corresponsable del engaño que sufren los ciudadanos”.
Grupos religiosos no regulados
De acuerdo con la Dirección de Asuntos Religiosos de la entidad, en Morelos existen 175 asociaciones religiosas registradas ante la Segob, de las cuales 114 tienen su domicilio oficial en el Estado y las 61 restantes en otras entidades de la República Mexicana.
Asimismo, existen 124 grupos de creyentes que carecen de registro oficial, pero que pueden realizar actividades porque la ley así se los permite; así como un padrón de mil 290 ministros de distintas agrupaciones distribuidas en el territorio.
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